Verne y Armstrong imaginantes de la Luna.
Por: Alma Angelina C. Carbajal Guzmán.
Muchas veces nos hemos imaginado que se sentiria viajar a la luna, en aquel lugar que es tema de tantos poemas y símbolo de civilizaciones enteras. El 21 de julio de 1969 un hombre hizo realidad lo que para muchos en millones de años era una fantasía, Neil Alden Armstrong fue el primer ser humano en haber pisado la luna.
Antes de emprender tan magnífica hazaña muchos de los científicos tuvieron sus dudas sobre cómo afectaría al astronauta al desplazarse sobre la superficie lunar por la gravedad menor, así como también los efectos psicológicos en el entorno de la atmosfera sobre el cuerpo y la mente del ser humano, además que existía la preocupación de que pudiesen traer consigo a su regreso algún tipo de contaminación por lo cual la NASA, dispuso un lugar donde los tripulantes pasaran una rigurosa cuarentena siendo analizados para una completa inspección.
La misión para los tripulantes del Apolo 11 era una tarea difícil ya que ensayaron las fases mas criticas (en un simulador) que pudieran presentarse durante el vuelo. La precisión fue de suma importancia para el recorrido, habían transcurrido 21 horas desde el despegue, 170.000 km e iban a una velocidad de 7.100 kilómetros por hora.
Ese día fue memorable… a las 10:56 p.m. cuando Armstrong descendió por la escalerilla y puso su pie izquierdo dejo unas palabras que marcarían el rumbo de la historia en el mundo: "Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la Humanidad".
Una aventura que por muchos años hasta el día de hoy ha inspirado el viaje del hombre a muchos lugares de la senda sideral. El cine y la literatura han retratado este acontecimiento desde diferentes perspectivas, poniendo un tema nuevo como el viajar a otros planetas e incluso a galaxias lejanas fuera de nuestro sistema solar, aunque pudiera parecer simple ficción no se descarta la posibilidad de que en algunos años con la tecnología necesaria desarrollemos por completo el explorar otros mundos e igualmente encontrándonos con seres de otros espacios.
La luna y el hombre… anteriormente este concepto ya estaba concretado, tal como se representa en la novela científica de Julio Verne "De la Tierra a la Luna" en la que aborda la idea de enviar un cañón a la luna, todo este proyecto se sustenta sobre una base científica que para ese entonces se consideraba ciencia ficción, podemos decir entonces que la ficción no está mas allá de la realidad y que el soñar con lo que esta mucho, muy por arriba en las estrellas puede ser alcanzado.
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