Una ramita de Tenmeacá

Una ramita de Tenmeacá

Por: Romy Lara Villa

Toda niña ha deseado alguna vez, ser princesa. Para Nikté, una niña olmeca, este sueño es el mismo. Y cuando Nikté se entera de que hay una profecía que habla sobre la aparición de una princesa para gobernar a su pueblo, no pierde más tiempo y afirma ser ella quien cumple con la profecía.

Sin embargo, descubrirá que ser la princesa que todos esperaban no es tan fácil. Nikté deberá ahora salvar a su pueblo de una terrible catástrofe, emprendiendo un viaje lleno de aventuras…

Una película mexicana, dirigida por Ricardo Arnaiz, a quien ya conocemos por “La Leyenda de la Nahuala”, y que con esta nueva entrega, prometía diversión a grandes y chicos…

Situada en la época prehispánica, Nikté combina el humor mexicano, nuestro pasado histórico y la nueva tecnología de animación, junto con la música de Gabriel Villar para hacer algo espectacular.

Divertida con cada escena, es imposible no reírse. Al igual que el guardián de roca, la canción del chaneke, el guajolote o las alusiones del México actual, yendo desde la típica frase “por eso este país no progresa” hasta el impulso que tiene el mexicano por celebrar cada uno de sus logros… aunque sea un episodio de futbol; son elementos que no faltan en esta cinta.

En su camino, Nikté se encuentra con personajes muy variados como Chin, un peculiar chaneke que también busca la salvación de su pueblo, pues se encuentra en una importante misión: encontrar una ramita de tenmeacá; lo que le llevará a conocer a Nikté. Y juntos cumplirán con su objetivo.

Aunque la moraleja de esta historia es que “para ser el más grande primero debes ser el más pequeño”, en Nikté observamos un cambio de carácter muy grande: Pasando de ser la niña fresa incomprendida que todo lo quiere, se vuelve una chica con interés por los demás, antes que pensar en ella.

El cine mexicano regresa sonriéndole al público infantil con Nikté, esperando muchas risas a cambio.

En mi opinion un gran regalo en DVD.