PROYECTO DE CIRCO




PROYECTO DE CIRCO

“Pasen, pasen, prodigio nunca antes visto: Una sombra equilibra su peso inexistente.”

atayde2 Testimonio del niño interno: “Con la gracia de un hada, Macarena fue la última en saltar y ser recibida por su compañero sobre el caballo. Se miraron y al mismo tiempo, con una sonrisa bellísima se ofrecieron al público extendiendo los brazos y galopándo por la pista para recibir los aplausos, pero... ¡oh prodigio: galopaban al revés! La grupa del corcel avanzaba dirigiendo al resto del cuerpo y a la cabeza. No lo podía creer. Mi mente infantil no podía o no quería resolver el enigma, mi imaginación volaba, se disparaba, y entonces pensé: ¡Claro, en el país de los maestros de la cabalgata en revés de seguro también organizan carreras de caballos donde se gana por una grupa!”

Testimonio del niño interno: “Era increíble. De un cofre enorme, el joven malabarista sacaba objetos como mi abuelita sacaba sábanas. Las sacaba, las mostraba y luego las ponía unas encima de otras con mucha delicadeza. Empezó sacando dos cilíndros plateados, luego fueron dos rectángulos cúbicos de diferentes tamaños, luego tres pirámides rojas chiquititas; la gente tragaba saliva atenta y nerviosa, hasta que finalmente saco una piramide más grande de color azul eléctrico. Era una torre fantástica tambaleante y peligrosa. Luego, el mago del equilibrio, trepó despacio pero decidido hasta llegar a lo alto y ahí ¡mostró sus malabares! Años más tarde comprendí que aquel acto sólo pudo suceder por la fe colectiva de todos los que mirábamos aquello”.

Artista circense de séptima generación... Frase que se dice al vuelo pero que implica incontables sacrificios, retos, riesgos, alegrías y conquistas. De su padre aprendió el amor a los animales, de su madre el gusto por el trapecio y su abuelo efue muchos años el payaso “augusto”. Muchas veces los artistas cambian de especialidad conforme crecen, a partir de una lesión o simplemente para vencer la rutina y el aburrimiento: de Trapecista a domadora de elefantes, de malabarista a equilibrista, de payaso a ring master o... ¿por qué no también: del hombre más fuerte del mundo a la mujer barbada?

Hay que aprender a caer, saber acomodar de manera correcta el cuerpo para amortiguar el golpe. Es el paso más importante del acróbata, pues es el que le salvará de lesiones en momentos cruciales. Solamente a través de la caídas y cometiendo errores, es que pueden llegar a dominar un movimiento a la perfección. Por esto es que los profesionales de esta disciplina deben enfrentar todos los días las burlas de una caída y la turbación paralizante. Utilizan el miedo para salir adelante y junto con su disciplina de entrenamiento llegan a construirse como personalidades verdaderamente asombrosas. Como el caso de Larrible, viejo payaso políglota y sabio o el de cierta dama trapecista que se penetró después el arte de domar elefantes.

Testimonio del niño interno: “Todo lo hacían como si fueran un reflejo, desde que entraron corriendo a la pista ansiosas por mostrarnos cuál era su habilidad. Su cabello era del mismo color, su estatura y su vestuario, tomaron el aro que les caía de las alturas al mismo tiempo, se treparon con movimientos inversamente iguales y por fin se izaron en el aire y empezaron a moverse alrededor del aro. El paroxismo llegó cuando empezaron a girar: era bellisimo, peligroso y exactamente igual. Entonces por el ruido de un payaso, que me hizo voltear a su pesar, descubrí el truco y la magia se desvaneció: un plástico-espejo dividía toda la carpa por el centro, incluso en las butacas, me sentía dueña de un gran secreto y entonces comprendí que eramos menos público del que me imaginé.”

«En realidad, éste es un viaje a ninguna parte, en el que dejas por el camino a la familia, los amigos, amores...», cuenta el guapo malabarista con cierta nostalgia.

Espacio donde los hombres vuelan, dominan la altura y la gravedad... Entre el techo de la carpa y la pista, el entramado de cables, hilos y redes es el habitáculo de la magia. Vemos esa telaraña misteriosa y nos recreamos anticipadamente imaginando qué harán los seres osados que desafian el miedo: princesas de esbeltas figuras y gracia inigualable, hombres amigos y leales que se turnan el vacío y los brazos salvandose la vida una y otra vez... Y en esta red de imposibles que nos dibujan a cada salto, las luces son la celebración, la fiesta, el traje de alegría que nos hace comprender que no hay que sufrir por aquellos hombres y mujeres pájaro sino que hay que gozar y reír porque el circo es la fiesta de la perfección humana.

El payaso de circo es de las profesiones más admirables del mundo. Existen payasos en muchos estilos, colores y sabores, mas atinados, más espontáneos o más experimentados... pero siempre está presente el gusto por el contacto directo con el público. Sus actuaciones incluyen toda clase de chistes, mímicas, pantomimas, acrobacias, piruetas y números musicales, y esto es justamente lo más admirable ya que tienen que estudiar diversas disciplinas para generar un repertorio de números y sketches que los convierta en payasos dignos de llevar el show. Sin contar que interactuar directamente con el público puede ser un reto equiparable al del más ambicioso malabarista. Por último se ha de decir que este personaje cómico a ultranza y de máscara sonriente, puede ser, como Grock, Oleg popov o los hermanos Fratellini, sin embargo, un reflejo cruel de la incomprensión, la soledad y la vulnerabilidad del ser humano en su esencia más pura. El payaso toca así una profunda sabiduría y crítica social, cosa aparentemente muy lejana del cometido de su profesión: divertir.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Bluehost Coupons