Labios Rojos

Labios Rojos es una comedia romántica con tintes sexuales que se remite a las reglas básicas de una buena comedia de situación, en el más internacional de los sentidos: una comedia ágil, con escenas breves y contundentes, cuya fortaleza se encuentra en lo humano de las situaciones y no en una concatenación de chistes aislados. Un gran elenco multiestelar y espectacular manufactura de primer nivel complementan la propuesta fílmica de Labios Rojos convirtiéndola en una película sumamente disfrutable que se apega a las convenciones del género de manera impecable y que aspira a conectar con un amplio sector del público tanto por su propuesta fresca y universal, como por sus valores de producción

SOBRE LA PRODUCCIÓN DE LABIOS ROJOS

Hace algunos años, la casa productora Cyclus, encabezada por Rafa Lara y Jorge Aguirre, se propuso un gran reto: hacer películas mexicanas que respetaran los más altos estándares de calidad internacionales, que fueran capaces de competir en taquilla y en la preferencia del público con cualquier producción extranjera y que nos mostraran historias humana sin embargo, la aventura no se limitaba a estos parámetros. Los productores estaban ansiosos por explorar los diferentes géneros cinematográficos, y fue entonces cuando Jorge Aguirre decidió apostarle al talento y a la experiencia de Rafa Lara como guionista, editor y director para encabezar dos cintas totalmente diferentes entre sí, el thriller psicológico “El quinto mandamiento” y la propuesta que hoy llega a las pantallas de cines: la comedia romántica “Labios Rojos”.

Realizada de forma totalmente independiente y sin contar con apoyos gubernamentales o del Artículo 226, el rodaje de “Labios Rojos” duró 10 semanas y se llevó a cabo en la ciudad de México. Para encontrar a los dos actores que le dieran vida a los personajes principales, Lara organizó un extenso casting, a pesar de que desde el inicio del proyecto había tenido en mente a Jorge Salinas y Silvia Navarro. Sin embargo, fiel a su costumbre de dar preferencia al talento histriónico antes que a un nombre reconocido, prefirió analizar cuidadosamente todas sus opciones. Al final del proceso no había duda alguna de que Salinas y Navarro eran los indicados.

De esta misma forma fueron seleccionados uno a uno todos los miembros de este talentoso elenco que incluye tanto veteranos como Fernando Luján y Jesús Ochoa, como a jóvenes talentos que se identifican con el público juvenil, como Diana García, Guillermo Iván y Antonio Merlano, quien fue el protagonista de la ópera prima de Rafa Lara, “La Milagrosa”. Uno de los aspectos que hace única a esta cinta, es la osadía de llevar una historia de amor un paso más lejos, convirtiéndola además en una experiencia sumamente divertida y  emocionante, llena De secuencias memorables. Una de las más espectaculares muestra una persecución de automóviles en pleno periférico capitalino, cuyo resultado es la destrucción total de 7 coches.

Por si fuera poco, varios agentes de la AFI pertenecientes al Grupo de Operaciones Especiales, estuvieron involucrados en el rodaje de estas escenas, no solo como asesores, sino también como extras, brindándole a la cinta un realismo sin igual. Los efectos especiales de esta secuencia estuvieron a cargo del experto en la materia Alex Vázquez, quien además de colaborar con Rafa Lara en sus tres películas, ha trabajado en filmes como “Amores Perros”, “El Infierno” y “Kilómetro 31” entre muchas otras. Gracias al alto nivel de Profesionalismo con que fue rodada esta secuencia, no hubo ningún herido, a pesar del nivel de peligrosidad que implicaba el rodaje de algunas maniobras.

El resultado final es una secuencia inolvidable y espectacular como pocas veces hemos visto en el cine mexicano y que responde totalmente a los estándares de producción a los que acostumbra Rafa Lara, y que ya han quedado demostrados en algunas secuencias de la película de guerra que realizó en Colombia “La Milagrosa”. Además de ser el guionista y director de “Labios Rojos”, Lara fungió también como Editor, una tarea difícil pues implicaba tener que eliminar de la versión final algunas escenas, con el objetivo de contar una historia cuyo ritmo narrativo e intensidad no se perdieran en el camino.

Por esta razón, y apoyado en los resultados que arrojaron varios Focus Group que él y Jorge Aguirre realizaron, tomó la decisión de eliminar una de las secuencias más caras de toda la producción, en la que la actriz Carmen Salinas daba vida a una conductora de Tolk Show.

Filmada en la Arena México y con más de 500 extras, uno que otro luchador y varias edecanes, la secuencia (que en realidad era el sueño de uno de los personajes) mostraba a un Jorge Salinas totalmente desnudo siendo juzgado por Carmen Salinas frente a un público enaltecido, al más puro estilo de “Laura en América”.

A pesar de la decisión de eliminar esta parte de la versión final de la cinta para que la historia fuera más ágil y dinámica, la secuencia resultó tan divertida que será incluida en los créditos finales y en la edición de DVD, junto a otras escenas eliminadas. De esta forma, “Labios Rojos” tiene una duración total de 93 minutos, y un promedio de 40 segundos por escena. Una de las secuencias que consiguió abrirse paso a la versión final y que sin duda se convertirá en una de las más controversiales de la cinta, es aquella que muestra una orgía entre 50 personas en unas oficinas. Aunque realizarla fue sumamente difícil, tanto el director como el resto del equipo se encargaron de que cada toma fuera realizada con sumo profesionalismo y respeto. De hecho algunos jóvenes que iban como acompañantes de los extras, le pidieron a la producción ser parte de la escena.

Otro de los grandes retos que llevó la realización de esta cinta fue conseguir un balance entre una trama de alto contenido sexual, mostrado de forma directa y sin censura y el buen gusto y la calidad estética, pues más allá de una historia sobre sexo, es una historia sobre el amor y los valores familiares. Finalmente este objetivo fue alcanzado y la cinta obtuvo clasificación B-15.

“Labios Rojos” es un filme destinado al público que acude a las salas en busca de una buena historia con la cual se sientan identificados, y que a la vez espera pasar un buen rato, divertirse y regresar a casa con una sonrisa en el rostro.